El denim no hace falta lavarlo después de cada uso.
Primero, para reducir tu propio impacto medioambiental, saca tus jeans a airear y comprueba si así es suficiente. Si aun así necesitas lavarlos, puedes reducir tu impacto siguiendo estas instrucciones:

• Llena la lavadora: con la lavadora llena, se produce una menor fricción entre las prendas, de forma que se liberan menos fibras.
• Usa detergente líquido en lugar de en polvo: los granos del polvo crean un efecto de «frotado» que libera una mayor proporción de fibras que el líquido.
• Usa suavizante para ropa: algunos ingredientes de los suavizantes reducen la fricción entre fibras, lo cual, a su vez, reduce la pérdida de fibras.
• Lava a baja temperatura: cuando la ropa se lava con agua muy caliente, algunos tejidos se dañan y, en consecuencia, sueltan más fibras.
• Evita los programas de lavado largos: los programas largos causan más fricción entre los tejidos, lo que ocasiona más desgarros de las fibras.
• Centrifuga a bajas revoluciones: las revoluciones más altas aumentan la fricción entre las prendas, de forma que hay mayores probabilidades de que las fibras se suelten.